Los radiadores son el sistema de calefacción más popular en nuestro país. Puesto que todavía estamos muy atrasados en lo que a fuentes de energías renovables se refiere, siguen reinando en los hogares. No obstante, ¿sabemos dónde debemos ubicar los radiadores?
Cómo funcionan los radiadores
Para poder entender dónde hay que ubicar los radiadores, debemos conocer cuál es el funcionamiento de los mismos. Los radiadores son emisores de calor, esto es, lo emiten y no lo producen.
A la hora de emitir dicho calor, hay que tener en cuenta la diferencia de temperaturas entre la superficie del radiador y la del ambiente. Cuanto mayor sea la superficie del mismo y el contraste entre las temperaturas, mejor será el intercambio de calor.
La mayoría de los radiadores que encontramos en las viviendas están conectados a una caldera. Esta calienta agua y la hace desplazarse a través de un circuito cerrado. Así, llega a cada radiador y emite el calor hacia el exterior por convección. Además de este sistema, han adquirido popularidad los radiadores eléctricos que utilizan la corriente eléctrica para funcionar.
Ahora que hemos comprendido cómo emiten calor estos artefactos, podemos pasar a conocer dónde ubicar los radiadores para sacarles el máximo partido y no aumentar el consumo de forma innecesaria.
Dónde ubicar los radiadores en la vivienda
A la hora de ubicar los radiadores en la vivienda, lo primero que debemos tener claro es que no debemos obstruirlos. Como ya hemos visto, su funcionamiento consiste en emitir calor, por lo tanto, si colocamos algún mueble delante de ellos, como un sofá o una estantería, estaremos impidiendo que hagan su función. En lugar de calentar la estancia, el mueble que está delante sería el que absorbería el calor. Por lo tanto, necesitaríamos conectar la calefacción durante más tiempo.
Otra opción para ubicar los radiadores es debajo de las ventanas. Aunque este punto tiene opiniones dispares. Dado que el calor tiende a subir y los radiadores funcionan mejor al encontrarse con temperaturas diferentes, al estar bajo una ventana podrían trabajar mejor.
Sin embargo, una ventana también es una vía de escape para el calor, así que si decidimos ubicar los radiadores ahí, se recomienda colocar un pequeño estante sobre ellos. Hay que prestar atención también al aislamiento en la vivienda. Las rendijas o los huecos en ventanas, puertas y paredes hacen que se pierda el calor generado dentro de la vivienda.
Además de estas recomendaciones para ubicar los radiadores, debemos tener en cuenta que hay algunas costumbres que también repercuten negativamente en su funcionamiento. Por ejemplo, colocar ropa encima para que se seque o cubrirlos con algún mueble para mejorar su estética disminuye también su poder calorífico.
Tampoco es conveniente pintar los radiadores. Lo que sí podemos hacer además de ubicar los radiadores correctamente es utilizar paneles reflectantes. Estos van colocados entre los radiadores y la pared. Su labor es impedir que esta última absorba el calor, redirigiéndolo hacia la estancia.