Llega el frío y comenzamos a pasar más tiempo en casa. Sin embargo, para poder disfrutar de una temperatura agradable sin disparar las facturas es necesario contar con un sistema de calefacción adecuado. Puesto que las normativas han cambiado recientemente, vamos a conocer cuáles son las ventajas de una caldera de condensación y por qué se recomienda instalarlas.
Cómo funciona la calefacción en un hogar
A la hora de elegir un sistema de calefacción para nuestro hogar, debemos conocer cuáles son las opciones del mercado. Además, con mucha frecuencia suelen combinarse dos instalaciones. Así, por ejemplo, los tradicionales radiadores o el suelo radiante van conectados a una caldera. Esta será la encargada de calentar el agua para la calefacción, además de producir el agua caliente sanitaria (ACS).
De esta manera, para reducir el consumo de la calefacción y no disparar las facturas, es necesario decantarnos por aquellas opciones más eficientes energéticamente. Este es el caso de las calderas de condensación.
Qué es una caldera de condensación
Antes de pasar a conocer las ventajas de una caldera de condensación, debemos estar familiarizados con este término. Este tipo de calderas son la alternativa actual a las estancas, que son aquellas que se han venido utilizando en las últimas décadas.
Su principal característica, que es además una de las ventajas de una caldera de condensación, es el aprovechamiento del calor. Cuando se enfría el vapor de agua que se desprende de la combustión, este no es expulsado, sino que se recupera y se emplea para calentar el agua a baja temperatura que vuelve del circuito de la calefacción.
Por otra parte, y debido a las nuevas normativas europeas, las calderas de condensación son obligatorias en las obras nuevas. Como veremos a continuación, otra de las ventajas de una caldera de condensación es que son más ecológicas que sus predecesoras. Por ello, además de una menor contaminación al medio ambiente, son más eficientes energéticamente.
En el caso de que deseemos instalarlas en un edificio, debe existir una salida para los humos en la fachada o en los patios interiores. Y también una instalación para los desagües. No obstante, siempre se recomienda contar con el asesoramiento de expertos en calefacción para valorar la adecuación a la vivienda.
Ventajas de una caldera de condensación
Si estamos valorando la instalación de una caldera de gas, las ventajas de una caldera de condensación no harán salir de dudas. Aunque el desembolso inicial es mayor, esta inversión se verá recuperada en poco tiempo.
Reducción en el consumo
La primera de las ventajas de una caldera de condensación es la reducción que se produce en el consumo. Dado que aprovechan el calor de los humos que se generan en la combustión, podemos llegar a ahorrar hasta en un 35% en las facturas. Con las calderas estancas o las de tiro natural esto no sucede.
Mayor respeto por el medio ambiente
Las medidas que se toman en Europa con respecto a la calefacción hacen hincapié en el respeto por el medio ambiente. Por ello, calderas como las de gasoil se han prohibido, y con el tiempo, lo más probable es que tengamos que deshacernos de todas aquellas que resultan altamente contaminantes.
Por tanto, otra de las ventajas de una caldera de condensación es que ha sido diseñada con visión de futuro. Al resultar menos contaminantes, no tendremos que cambiarla en los años venideros para cumplir con las normativas.
Combinable con otros sistemas de calefacción
Por último, entre las ventajas de una caldera de condensación hay que incluir su idoneidad para combinarla con otros sistemas de calefacción. Así, si deseamos instalar suelo radiante en nuestro hogar o tenemos radiadores, una caldera de condensación con gas natural es una opción de suministro muy eficiente y que trabaja a un alto rendimiento.