En zonas de frío intenso durante el invierno, la calefacción se convierte en algo de lo que no es posible prescindir. Sin embargo, existen otras medidas que podemos tomar como complemento para mantener la casa caliente. De esta manera estaremos contribuyendo además a reducir el consumo energético.
Revisa las entradas de frío en la casa
La razón por la que el gasto en calefacción se eleva tanto en los hogares reside en un aislamiento deficiente. La ventanas y las puertas son las zonas por las que solemos perder calor, ya que siempre suelen existir pequeños huecos. Estos pueden deberse a fallos en la fabricación e instalación o al propio deterioro por el paso del tiempo.
Por tanto, para mantener la casa caliente en épocas frías podemos colocar burletes tanto en puertas como ventanas. Y para los fallos en la propia construcción, la silicona o la masilla pueden ser de gran ayuda. El ahorro en el consumo puede llegar al 15%.
Utiliza los termostatos
Si tu calefacción no cuenta con un termostato, ha llegado la hora de instalar uno si queremos mantener la casa caliente. Con esta herramienta de control podremos mantener una temperatura estable en la vivienda. Y además será posible programar los encendidos y apagados en función de nuestros horarios.
Se recomienda que la temperatura no supere nunca los 21º. Por encima de esta, el consumo aumenta por cada grado hasta un 8%. Una cifra que puede transformar completamente el importe de nuestras facturas.
Cubre los radiadores con papel de aluminio
Un sencillo truco para mantener la casa caliente en los días fríos consiste en colocar papel de aluminio sobre los radiadores de nuestra vivienda. Este es capaz de reducir la pérdida de calor que con demasiada frecuencia se produce.
El papel de aluminio se coloca detrás del radiador. De esta manera, el calor que sale cambia su dirección y en lugar de dirigirse hacia la pared lo hace hacia la estancia. Aunque el que tenemos en la cocina puede servirnos, existen papeles específicos para esta finalidad. Mantener la casa caliente puede ser más fácil de lo que parece.
Viste las paredes más frías y el suelo
Las viviendas con orientación norte son mucho más frías que las demás. Por ello, todas las paredes que miren en esa dirección tendrán una temperatura más baja que las demás. Sin embargo, mantener la casa caliente aunque tenga esta orientación no es demasiado complejo.
Los paneles de madera, el corcho o las telas son una solución muy eficaz para calentar las paredes. También, las estanterías con libros pueden ayudarnos a conseguir el mismo objetivo, además de decorar la casa. Para el suelo, las alfombras harán lo propio, y si existen grietas, habrá que sellarlas.
Ubica los muebles correctamente
La ubicación de los muebles también es clave para mantener la casa caliente. En muchas ocasiones nos encontramos con un sofá colocado delante de un radiador. Lo que conseguimos con esto es que este absorba el calor y no permita que la habitación se caliente.
Algo que sí podemos colocar encima de los radiadores y que contribuye a mantener la casa caliente es un estante. Se impide así que el aire caliente suba y se pierda; es especialmente interesante si el radiador está debajo de una ventana.